Cuántas mañanas nos levantamos con el tiempo justo, tras posponer tres veces el despertador, el reloj va en nuestra contra y el armario parece que solo tiene prendas incombinables, incómodas o que simplemente no quieres ni ver. Creo que 4 de cada 7 días ese es mi estado ante el armario; ojos medios cerrados, poco café en el cerebro y un día muy largo por delante. Una combinación fatal vaya. Para todos esos días tengo siempre la gran solución, que me permite ir mona, cómoda y todo en poco tiempo (además es una técnica tan sencilla que hasta mi cerebro sin café hace de manera automática) , mi prenda salvavidas no es otra que… UNA CAMISA BLANCA.

Nunca son demasiadas en mi armario, y es que cada estilo y tejido las hace únicas sin perder su facilidad para combinar. Para mí una camisa blanca siempre te salva en cualquier situación, que vas a trabajar cómoda pues te pones un vaquero por debajo, que tienes una reunión pantalones chinos y a triunfar, que quedaste con unas amigas una falda para darle un toque desenfadado… son tantas las opciones que te pueden salvar cualquier mañana.

Aquí os dejo una selección de mis favoritas en estos momentos

Blusa mao

Blusa mao